Por primera vez desde el regreso a la democracia en Chile en 1990, se aplicó el veto presidencial a algunas de las partidas del Presupuesto de la nación 2013 aprobadas por el Congreso, lo que generó críticas desde algunos sectores políticos.
El presidente Sebastián Piñera utilizó sus atribuciones constitucionales para rechazar, mediante el veto, algunas de las modificaciones que el Congreso acordó en la aprobación del Presupuesto 2013.
La decisión del presidente debió ser explicada por la ministra secretaria general de Gobierno, Cecilia Pérez.
"El párrafo en las glosas que hoy día estamos presentando como veto, en la Ley de Presupuesto, son de iniciativa exclusiva del Presidente de la República y fueron introducidas no por el Presidente de la República, sino que por parlamentarios en facultades que no tienen", señaló la ministra.
"Se va a reunir con los parlamentarios que tienen una opción distinta, para hacerles ver cuáles son los alcances de la inconstitucionalidad en que se ha incurrido para poder revertir su decisión y si no, por cierto, la votación es absolutamente autónoma y tiene que ser valorada en su mérito", afirmó Pérez.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Diputados, Nicolás Monckeberg, representante de la coalición oficialista, también defendió la presentación.
"Por más de 100 años en Chile la ley es clara que en el Congreso no podemos aumentar los gastos de los gobiernos. No lo hemos hecho en los gobiernos de izquierda ni de derecha ni de centro. Es una norma que exige que sean los presidentes de la República y el poder Ejecutivo los que puedan aumentar los gastos", aseguró.
Durante la larga y difícil tramitación del Presupuesto durante octubre y noviembre el Congreso decidió hacer modificaciones a la ley, que en un primer momento habían sido acordadas por la oposición y el oficialismo.
Pero tras el estudio final antes de su promulgación, el gobierno informó que se había caído en inconstitucionalidad, debido a que algunas modificaciones incluían alzas en los gastos, lo cual no es permitido para el Congreso, siendo atribución exclusiva del presidente.
De esta manera, Piñera por primera vez desde que se regresó a la democracia en 1990, luego del fin del régimen militar, utilizó la medida del veto para rechazar aspectos del Presupuesto.
Aunque en 20 años se vivieron más de una negociación difícil, siempre se había llegado a algún tipo de acuerdo para sacar adelante el Presupuesto.
El inédito veto enviado ayer por Piñera, objeta cinco puntos del proyecto, relacionados la redacción de programas de empleo, el pago de beneficios para trabajadores de la ex mina de carbón Schwager (la cual será cerrada).
También incluye las condicionantes establecidas en el proyecto aprobado en el Congreso al plan de desarrollo de la provincia de Arauco. Otra de las medidas contenidas en el veto, es la mejora en la redacción de una glosa del Ministerio de Educación, relacionada con la adquisición de inmuebles.
Según consigna el texto enviado por el mandatario al Congreso, las glosas objetadas "además de contravenir la Constitución Política, resultan contrarias al sano y racional manejo del Presupuesto Nacional", señaló el gobierno en la presentación del veto.
"En consideración a que las modificaciones introducidas al Proyecto de Ley antes referidas vulneran abiertamente la institucionalidad, el Presidente de la República, impulsado por el deber de guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes, recurre en este acto a la potestad excepcionalísima que la propia institucionalidad le confiere", indica el texto.
Este año la discusión del Presupuesto estuvo marcada por las demandas de los movimientos sociales, que pedían más recursos para ciertos planes, como educación, salud, vivienda y mejor distribución de fondos para las regiones.
Pero el gobierno se mantuvo firme en no aumentar de manera significativa el Presupuesto, agregando sólo recursos al sector educación, respondiendo sólo en parte a las demandas del movimiento estudiantil.
En su defensa, el gobierno señaló que el Presupuesto general había crecido significativamente en comparación a años anteriores, además de agregar lo que se recaudará con la reforma tributaria aprobada a mediados de año.
La Cámara de Diputados rechazó cuatro de las cinco observaciones ingresadas por el Gobierno en el veto presidencial al proyecto de Presupuesto 2013, pero no lograron los votos necesarios para revertir la postura del gobierno.
De acuerdo al diputado oficialista Ernesto Silva, "estas observaciones eran cinco, cuatro de estas fueron rechazadas, cuando se rechaza una observación del Presidente lo que corresponde es que se vote la posibilidad de que el Congreso insista en lo había planteado, se votó en estas cuatro portunidades y no reunieron los dos tercios de los parlamentarios que se requerían", señaló.
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