Por primera vez los sindicatos españoles y portugueses lograron ponerse de acuerdo para convocar a una huelga conjunta.
Los españoles salieron a la calle a protestar contra las políticas de austeridad en la primera huelga general ibérica coordinada, tras un acuerdo entre los sindicatos mayoritarios portugueses y españoles.
A pesar de la habitual confusión sobre las cifras de seguimiento (los sindicatos afirman que el paro alcanzó una adhesión de 76 por ciento, mientras que la patronal lo cifra sólo en 12 por ciento), la huelga general adquiere una importancia extrema, no sólo por el número de manifestantes, sino por su carácter internacional.
En otros países del sur de Europa, como Italia y Grecia, se han producido huelgas parciales y manifestaciones, mientras que en el norte de Europa las protestas han sido más tímidas.
Los mercados y las grandes empresas se han globalizado hace ya más de 20 años. Las políticas de austeridad actuales tienen también un carácter internacional y son decididas en consejos europeos; sin embargo, hasta ahora la reacción de los trabajadores y la sociedad civil ha tenido un carácter nacional, con un impacto limitado.
Desde este punto de vista, sólo una respuesta coordinada de la población europea contra las políticas de austeridad extrema, que están agravando la crisis y el desempleo, es la única posibilidad para contrarrestar o moderar las políticas ortodoxas proausteridad y de recorte de derechos sociales que se están tomando en Europa.
Es importante destacar, como ha declarado el Gobierno español, que la jornada de huelga ha transcurrido mayoritariamente de forma pacífica durante el día.
La mayor parte de los trabajadores que querían acudir a sus puestos de trabajo lo ha podido realizar sin incidentes.
Las manifestaciones oficiales convocadas por los sindicatos mayoritarios durante la tarde de este miércoles han sido pacíficas en toda España y han podido verse personas de todas las edades, incluso con niños pequeños.
No obstante, en Madrid y Barcelona, durante la noche de este miércoles se han producido incidentes violentos, en protestas convocadas por grupos minoritarios en torno al Congreso, con el resultado de más de 80 heridos hasta las 23:00 horas locales (22:00 GMT)
Las imágenes de contenedores quemados y actos de vandalismo que, aunque son minoritarios (apenas pocos centenares de violentos frente a cientos de miles de manifestantes pacíficos), tendrán un gran eco en los medios de comunicación españoles e internacionales.
En la esfera puramente política, los sindicatos pueden afirmar que han salido fortalecidos, demostrando que aún tienen poder de convocatoria y que la población española rechaza la política de austeridad.
El gobierno, en cambio, defiende que la huelga no ha tenido un seguimiento masivo y que continuará con las políticas de austeridad, que son las únicas posibles para superar la crisis de la deuda pública Europea.
En conclusión, parece que las protestas contra la austeridad están siendo cada vez más mayoritarias, a medida que la situación social y económica empeora.
A pesar de los actos violentos de algunos grupos minoritarios durante la noche de este miércoles en Madrid y Barcelona, los manifestantes españoles han demostrado que mantienen el espíritu pacífico que caracterizó al movimiento 15-M en sus inicios.
Pese al elevado número de manifestantes, el impacto de esta huelga general en la política económica a corto plazo será mínimo y el gobierno conservador continuará con su austeridad a ultranza.
A pesar de esto, esta huelga puede abrir una nueva hoja de ruta para los sindicatos del sur de Europa, consistente en internacionalizar las protestas para maximizar su impacto.
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