La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha estado buscando con desesperación un nuevo opositor geopolítico con el fin de cimentar la alianza y la situación ucraniana fue la oportunidad perfecta para avanzar en esa dirección, dijo hoy un diplomático ruso de alto nivel.
"Nadie amenaza a la alianza desde el este", dijo el enviado permanente de Rusia ante la OTAN, Alexander Grushko, en una entrevista publicada en el sitio en la red del Ministerio de Relaciones Exteriores.
"La campaña sin precedentes alrededor de la 'amenaza rusa' tiene el objetivo único de convencer a la opinión pública de que el regreso de la OTAN a la contención de la amenaza procedente del este, a la seguridad colectiva, es un paso en la dirección correcta", dijo.
Grushko describió el restablecimiento de la estrategia de contención de la OTAN como "una tendencia sumamente peligrosa" que desestabiliza la situación militar y agita los instintos de la Guerra Fría.
"Será difícil salir de esa espiral", advirtió.
El diplomático también advirtió que no se debe reforzar la presencia militar occidental en los países del este de Europa debido a que tales pasos "destruirían por completo el sistema de obligaciones mutuas entre Rusia y la OTAN".
La semana pasada, después de que Estados Unidos dijo que envió cazas a patrullar el Baltico, desplegó otra decena de aviones en Polonia y envió un destructor al mar Negro, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, exigió a la alianza atlántica explicar cómo corresponde el reciente refuerzo militar del bloque a los acuerdos bilaterales existentes.