Esta fue la cuarta visita de la reina a la capital italiana desde que fue coronada en la Abadía de Westminster en 1953.
El año pasado, en marzo, la reina tuvo que cancelar una visita ya planeada a Roma debido a una enfermedad gastrointestinal que requirió una breve hospitalización.
La reina, que también es la cabeza de la Iglesia de Inglaterra, entabló el mismo día conversaciones con el papa Francisco en Ciudad del Vaticano.