En una declaración transmitida por televisión horas después de ganar el voto de confianza del parlamento, la asediada primera ministra Yingluck Shinawatra pidió a los manifestantes poner fin a las protestas y sostener un diálogo con el gobierno para encontrar una forma de salir de la agitación política, la cual dijo que provoca un retroceso de la economía y del país.
El movimiento antigubernamental, encabezado por un ex legislador demócrata, exige el fin del llamado "régimen Thaksin", presuntamente mantenido por Yingluck, hermana del ex primer ministro depuesto.
De acuerdo con el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, cinco países, Australia, Canadá, China, Reino Unido y Estados Unidos, y dos organizaciones internacionales, la Unión Europea y la ONU, han emitido declaraciones oficiales para expresar su preocupación en torno a la situación política de Tailandia, y en todas se pide ejercer autocontrol en el uso de la fuerza y buscar soluciones pacíficas. Un total de 30 países y dos regiones, Hong Kong y Taiwan, han emitido alertas de viaje para advertir a sus ciudadanos en Tailandia que eviten los sitios donde se realizan las protestas, agregó el vocero.