El primer ministro de Túnez, Ali Laarayedh, pidió hoy a los tunecinos no optar por la temeridad y la incertidumbre, criticó el oportunismo de la oposición y dijo que el gobierno permancerá hasta que el pueblo se vuelva en su contra.
En un discurso televisado, Laarayedh elogió a los tunecinos por no seguir a quienes calificó de "anarquistas" que "buscan llevar el país hacia lo desconocido".
El primer ministro señaló lo anterior luego de que la oposición del país y el principal sindicato, el UGTT, pidieron la dimisión del gobierno y la disolución de la Asamblea Constituyente de 217 integrantes, de quienes consideraron que ya excedieron su período y perdieron legitimidad.
Los opositores y el UGTT denunciaron el manejo de las protestas por parte de la policía y la violencia ejercida contra varios integrantes de la oposición que se unieron a las protestas del domingo.
El plantón iniciado el sábado tras el funeral de Mohamed Brahmi, un político opositor secular de 58 años de edad que fue asesinado el jueves en la capital del país, continúa.
Alrededor de 72 representantes opositores e independientes se han retirado temporalmente de la asamblea y amenazaron con bloquear el trabajo del organismo. El trabajo de la asamblea se suspende si la tercera parte de los representantes se retiran.
Laarayedh también convocó a elecciones generales para el 17 de diciembre y agregó que la Asamblea Consituyente terminará sus trabajos el 23 de octubre tan pronto como apruebe la nueva constitución.
El primer ministro dijo que la oposición no representa al pueblo entero y que el gobierno no dudará en recurrir a un referéndum para determinar si la asamblea y el gobierno serán disueltos o no, pi el pueblo tunecino así lo solicita.
Hasta entonces, el gobierno "continuará su trabajo", dijo Laarayedh.