La falta de información sobre el paradero del depuesto presidente egipcio Mohamed Morsi ha provocado especulaciones dentro y fuera del país.
El debate sobre su detención parece enardecerse después de los llamamientos por parte de EEUU y de Alemania para su puesta en libertad.
"Transparencia y claridad sobre la situación del estado legal de Morsi, o bien está detenido y acusado o ha elegido personalmente permanecer aislado, debe saberse para evitar disturbios domésticos o interferencias internacionales", dijo en declaraciones a Xinhua Fouad Alaam, experto en seguridad local.
Es el deber del gobierno interino de Egipto informar al pueblo sobre los procedimientos legales a los que se someterá el destituido presidente, explicó Alaam.
La fiscalía pública de Egipto lanzó una investigación el sábado sobre las quejas contra Morsi y otras figuras islamistas que incluyen al líder de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badie.
Las quejas incluyen espionaje, incitar a la violencia y arruinar la economía, aunque los fiscales no especificaron quien realizó las alegaciones.
Haytham el-Shawaf, coordinador general de las Fuerzas de Coalición Revolucionarias, dijo que el ejército detuvo a Morsi para evitar violencia y operaciones de represalias por parte de los islamistas.
A pesar del llamamiento por parte de EEUU para la liberación de Morsi, Shawaf dijo que no espera que Washington ejerza presión amenazando con acabar con la ayuda a Egipto.
Abdel Ghafar Shoker, experto político y presidente del partido socialista Coalición Popular, dijo que la detención de Morsi concierne a la seguridad nacional de Egipto, y que las autoridades deberían aclarar el estatus legal de éste lo antes posible para evitar la perplejidad a nivel político.
Samir Ghatas, director del Centro Maqdes para estudios políticos, en El Cairo, se hizo eco de la misma idea. "(Morsi) no debería permanecer detenido sin (dar) explicaciones al pueblo egipcio".
Sin embargo, añadió que los llamamientos por parte de países extranjeros para liberar a Morsi suponen una intervención en los asuntos domésticos de Egipto, detallando que semejantes peticiones deberían enviarse por los canales diplomáticos adecuados, y no mediante los medios de comunicación.