Rusia y Occidente difieren gravemente respecto a las formas para solucionar la crisis de Siria, pero el objetivo final de la comunidad internacional es el mismo, señaló hoy el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov.
"En realdiad diferimos muy gravemente sobre las maneras de alcanzar los objetivos (en Siria)", dijo Lavrov al canal de televisión Rusia-24, al comentar los resultados de la recién concluida cumbre del Grupo de los Ocho (G8).
Aun así, ni Rusia, ni Occidente, ni otros "países normales", incluidos los países árabes, desean que Siria siga el modelo de Irak bajo la intervención y la ocupación de Estados Unidos, dijo el canciller.
"Hay un entendimiento común sobre Siria de que el país debe mantenerse integrado, soberano, multiétnico y pluriconfesional, donde todas las minorías tengan sus derechos protegidos", puntualizó Lavrov.
Al término de la cumbre llevada a cabo los días 17 y 18 de junio en Lough Erne (Irlanda del Norte), los líderes del G8 alcanzaron el consenso de impulsar las conversaciones de paz sobre Siria y presionar para unir a las conversaciones lo antes posible a las partes en conflicto en Siria.