Europa necesita un cambio de rumbo para abordar la crisis financiera actual y otros asuntos, de otra manera la cohesión política estará en riesgo, advirtió hoy el presidente de Parlamento de Chipre, Yannakis Omirou, durante un visita a Atenas.
Omirou intercambió opiniones con el primer ministro de Grecia, Antonis Samaras, sobre el enfoque común de ambos países en el manejo de los problemas económicos y los temas nacionales.
Omirou criticó fuertemente a sus homólogos europeos por la falta de solidaridad y advirtió que una mayor brecha entre el sur y el norte puede poner a prueba la cohesión social y política dentro de la Unión Europea.
"Nos sirvieron veneno", indicó, refiriéndose a los duros términos del paquete de rescate para Nicosia, que incluye un impuesto sin precedentes a los grandes depósitos bancarios.
"Europa necesita cambiar el rumbo", añadió.
En un mensaje para su vecina Turquía, Omirou agregó que Ankara no debe tener la impresión equivovada de que la isla se encuentra en una mala posición para salvaguardar su soberanía nacional debido a los problemas económicos.
La isla de Chipre ha estado dividida por cuestiones étnicas desde 1974, cuando Turquía intervino militarmente y ocupó la parte norte de la isla en respuesta a un golpe militar de un grupo de oficiales griegos.
Los chipriotas griegos representan a la isla internacionalmente y son miembros de la UE, mientras que la parte norte, o autoproclamada República Turca de Chipre del Norte, sólo es reconocida por Turquía.