(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Esta vez no habrá acuerdo in extremis. A diferencia del verano y la Navidad de 2012, cuando republicanos y demócratas discutieron hasta el último minuto para evitar el impago y que el país se precipitara por el abismo fiscal, los congresistas de ambos partidos no agotarán el plazo en negociaciones para impedir que entre en vigor el denominado secuestro del presupuesto federal.
Automáticamente, por tanto, este 1 de marzo diferentes áreas del Gobierno verán reducirse drásticamente los fondos que el Estado les garantiza, por lo que el presidente Barack Obama ya advirtió que, entre otras consecuencias, habrá menos profesores en los colegios, menos asistencia sanitaria y una seguridad estatal y nacional en riesgo.
La activación de la medida se dio por hecha luego de dos fallidas votaciones llevadas a cabo el jueves en el Congreso, una por cada partido, tras las cuales ambas partes decidieron no continuar con el debate y dejar que la realidad y el electorado determinen las responsabilidades por la repercusión que tenga el secuestro.
Los republicanos proponían otorgar más libertad a Obama para repartir la primera tanda de recortes por un valor de 85.000 millones de dólares a cambio de que el mandatario presentase un nuevo presupuesto antes del 15 de marzo. Los demócratas, en cambio, ofrecieron en el Senado nuevas fuentes de ingresos en lugar de aplicar recortes.
“La única razón por la que esta medida puede no salir adelante es porque los republicanos intentarán bloquearla”, había advertido previamente Jay Carney, portavoz de la Casa Blanca, y no se equivocó. No obstante, aseguró que el Gobierno todavía confía “en que los republicanos entiendan la necesidad de alcanzar un compromiso y que este sea equilibrado”.
Obama acusó a los republicanos de falta de compromiso político por la reducción del presupuesto, pero sus oponentes respondieron que el presidente les había pedido un imposible al que nunca accederán, porque implica una subida de impuestos a los ciudadanos con más recursos, y le acusaron de intentar asustar a los ciudadanos con cifras sobre unos recortes que serían aplicados a lo largo de una década.
El miércoles, durante una reunión con empresarios, el mandatario precisó que el efecto de los recortes, que entran en vigor este viernes, no será inmediato, sino que empezarán a sentirse a lo largo de las próximas semanas.
“Es posible que durante el primer mes, salvo que tu empresa esté directamente relacionada con el Departamento de Defensa, vivas en una ciudad afectada por instalaciones militares o pertenezcas a una familia que esté intentando averiguar dónde dejar a sus hijos durante el día porque acaban de perder su plaza en una guardería pública, muchos ciudadanos no van a sentir todo el impacto. Pero esto va a golpear enormemente nuestra economía”.
Solamente en las áreas de defensa, educación, sanidad o empleo, el secuestro supone una reducción de casi 100.000 millones de dólares en 2013. Según la Administración, podrían desaparecer miles de puestos de trabajo de profesores, ayudas públicas a estudiantes y servicios de atención a familias y menores sin recursos.