Las fuerzas de seguridad de Turquía participaron en "incidentes inhumanos" en la región oriental y suroriental del país "en nombre de la lucha contra el terrorismo", admitió hoy el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan.
En las décadas de los 80 y de los 90, el ejército turco intervino en la región después del golpe de Estado del 12 de septiembre de 1980.
"El trato inhumano dado por las fuerzas de seguridad a madres y padres frente a sus hijos dejó traumas imborrables en la psique de muchos niños", declaró Erdogan en una reunión de su grupo parlamentario.
La tortura, cometida por las fuerzas de seguridad, profundizó "el pantanoso escenario de terror", indicó el primer ministro.
Esas acciones inhumanas y a menudo ilegales dieron al proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) "la oportunidad, la excusa e incluso los medios" para expandir su campaña violenta, dijo Erdogan.
Luego de que el Partido Justicia y Desarrollo (AK) de Erdogan asumió el poder en 2002, el primer ministro anunció que su gobierno mantendrá una política de cero tolerancia hacia la tortura.
"Actualmente, nadie puede decir que hay tortura en Turquía... Con el Partido AK, la presión cultural y la intimidación han terminado", afirmó Erdogan.