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COMENTARIO: Nuevo gobierno de EEUU necesita política más constructiva sobre China

  2012:11:07.20:28

COMENTARIO: Nuevo gobierno de EEUU necesita política más constructiva sobre China

BEIJING, 7 nov (Xinhua) -- Con la victoria del presidente de Estados Unidos Barack Obama el martes frente a su rival republicano Mitt Romney para servir un segundo mandato, se espera que la nueva administración Obama adquiera un nuevo tono más constructivo a la hora de llevar a cabo sus políticas sobre China.

Durante cuatro años, las relaciones entre China y Estados Unidos, que Obama etiquetó como las más importantes del mundo, se han tambaleado hacia adelante.

Bajo el mandato de Obama, el gobierno estadounidense ha vendido una gran cantidad de armas a Taiwan y ha recibido al Dalai Lama en la Casa Blanca, ha provocado frecuentemente disputas comerciales y de divisas con China, y se ha involucrado en los asuntos territoriales entre China y sus vecinos, lo que ha minado de manera efectiva la confianza mutua entre las dos naciones.

Durante el año de campaña presidencial, tanto Obama como Romney han dedicado una gran cantidad de energía en desacreditar a China, tachando injustamente a Beijing de hacer trampas comerciales, de manipulador de divisas, de robar puestos de trabajo a Estados Unidos y de romper las reglas.

De hecho estas ofensas contra China han estado presentes durante años, y son básicamente producto de la inquietud de Washington provocada por tres décadas de rápido crecimiento económico en el país asiático, así como de su falta de confianza más básica en la determinación de China de conseguir un ascenso pacífico.

Es natural para Estados Unidos, la mayor economía del mundo, y principal constructor y beneficiario del actual orden político y económico mundial, tener dificultades a la hora de acabar completamente con sus sospechas sobre China, que es política, económica y culturalmente diferente.

Sin embargo, Estados Unidos debería saber que nada en el mundo permanece impertérrito para siempre, y que China nunca cesará en sus objetivos de desarrollo simplemente por la ansiedad injustificada de Washington.

Es más, en un momento en el que las dos naciones están más interconectadas económicamente que nunca antes, el nuevo gobierno estadounidense quizás debería empezar a aprender cómo construir una relación más racional y constructiva con China.

Dejando los desacuerdos a un lado, la administración Obama ha trabajado con China durante los últimos cuatro años para organizar una serie de plataformas de comunicación, conseguir cifras de comercio bilateral históricamente altas, y acordando forjar una asociación basada en la confianza y el beneficio mutuos.

Ahora que la tarea más apremiante en Estados Unidos es inyectar energía en la economía para conseguir su recuperación, y acabar con la alta tasa de desempleo, tal vez la administración Obama debería pensar que una relación entre Estados Unidos y China más fuerte y dinámica, especialmente en ámbito comercial, no solo proporcionará a las inversiones estadounidenses con oportunidades empresariales, sino que también ayudará a revivir la economía mundial.

Para hacer frente a las disputas comerciales, la nueva administración debería comenzar a nivelar el campo de juego para las empresas chinas, en lugar de poner en marcha más medidas comerciales proteccionistas.

También se aconseja que Estados Unidos cambie su actitud de no cooperar en la eliminación o reducción de las restricciones impuestas a las exportaciones de productos de alta tecnología a China, una importante razón del déficit de Estados Unidos con el país asiático.

Ambas partes deben trabajar juntas para establecer un mecanismo eficaz e institucionalizado para que todas las disputas comerciales futuras puedan ser solucionadas profesional y correctamente, manteniendo ilesa la cooperación bilateral integral.

Además, mientras la nueva administración Obama está dispuesta a llevar a cabo su política de "Pivotar hacia Asia", se espera que se respeten los intereses fundamentales y legítimos de China y sus demandas legítimas para su crecimiento sostenible.

Hace 40 años, el expresidente estadounidense Richard Nixon, escribió una de las páginas más veneradas de su presidencia realizando una visita a China, en la que consiguió romper el hielo entre los dos países haciendo posible que la actual cooperación bilateral sea tan vigorosa.

Ahora, Obama tiene una oportunidad única para tener un impacto de mayor alcance sobre los vínculos sino-estadounidenses, si tiene el coraje y la sabiduría políticos para desechar las preocupaciones infundadas por el ascenso de China, y construir con la antigua civilización oriental una asociación de beneficio mutuo que apuntalará su desarrollo común en los próximos años.

(Editor:FelipeChen)

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