SANTO DOMINGO, 31 mar (Xinhua) -- El presidente de República Dominicana, Danilo Medina, afirmó hoy que tomará su tiempo en torno a un esperado proyecto de ley de naturalización que afectaría principalmente a un gran número de dominicanos de ascendencia haitiana, según organizaciones defensoras de los derechos humanos.
Medina puso en duda la posibilidad de que la iniciativa sea sido remitida al Congreso dominicano antes del martes 8 de abril, fecha en que debe realizarse un nuevo encuentro entre autoridades haitianas y dominicanas para discutir una serie de temas de interés bilateral, entre ellos el proceso de naturalización en República Dominicana.
"Tampoco puedo comprometerme con un plazo. Yo tengo que hacerlo con calma porque (el problema de los indocumentados) tiene años, entonces no tengo porqué tener tanta prisa", dijo el mandatario dominicano.
Medina señaló la semana pasada que había culminado entonces varias consultas con personalidades del país, mientras funcionarios de su gobierno daban por sentado que el proyecto de ley estaría listo en los próximos días.
Pero hoy, el gobernante se reunió con otro líder político, Hatuey De Camps, y anunció que se reunirá con la iglesia evangélica dominicana.
"Se lo voy a entregar de nuevo a todos los líderes del país que he visitado para que puedan ver el resumen de lo que vamos a llevar al Congreso Nacional", dijo Medina.
La demora en la presentación del proyecto de ley llevó a las autoridades haitianas a aplazar la reunión que estaba programada para el pasado 20 de marzo, a la espera de que la iniciativa sea anunciada por el gobierno dominicano.
El proyecto otorgaría la nacionalidad dominicana "de pleno derecho" a descendientes de extranjeros que figuran en el Estado Civil dominicano, y establecería "mecanismos ágiles" de regulación migratoria que incluiría residencias permanentes y temporales y por contratos de trabajo, para un gran número de residentes indocumentados, según analistas locales.
La iniciativa deriva de un fallo del Tribunal Constitucional dominicano que el año pasado determinó que una mujer de ascendencia haitiana, Juliana Deguis Pierre, no tiene derecho a la nacionalidad dominicana porque nació de padres cuya condición de "extranjeros en tránsito" (sin residencia legal) la excluye de optar por ese derecho.
El fallo también dispuso determinar la validez o nulidad de las actas de nacimiento de los dominicanos de ascendencia haitiana, y ordenó al gobierno establecer un plan nacional de regularización de extranjeros residentes en el país.
Debido a la sentencia, y a un año particularmente tenso entre los dos países por cuestiones comerciales, Haití y República Dominicana iniciaron conversaciones en enero alrededor de una agenda que va desde la seguridad fronteriza hasta la protección del medio ambiente.
Pero la última semana de febrero, cuando Medina presentó las memorias de su gestión del año pasado, el gobernante no sometió al Congreso de su país el proyecto de ley de naturalización que sus funcionarios se comprometieron a presentar en la última ronda de negociaciones.
"Aunque no satisfaga a todo el mundo, esperamos que sea un proyecto que por lo menos sea aceptado por la mayoría del país", dijo hoy el gobernante dominicano.
Este domingo, el director general de Migración, Ricardo Taveras Blanco, uno de los funcionarios de la línea conservadora, dijo que "algún precio tiene que pagar República Dominicana por haber manejado de manera caótica la política migratoria por más de cien años".
Taveras, sin embargo, fue más conciliador en esta oportunidad, y afirmó que a las actuales autoridades les corresponde enmendar esos desaciertos del pasado.
Según el funcionario, una manera de resarcir esa situación es "integrando a la sociedad dominicana a personas que han podido ser víctimas de ese caos".
La primera Encuesta Nacional de Inmigrantes de República Dominicana (ENI-2012), cuyos resultados fueron dados a conocer el año pasado, señaló que del total de extranjeros residentes en el país 458.233 nacieron en Haití, un 87,3 por ciento de la población de inmigrantes radicados en territorio dominicano.
Además, el estudio, realizado por la Oficina Nacional de Estadística con el apoyo técnico y financiero del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y la Unión Europea, indicó que en el país hay una significativa población de descendientes de extranjeros (244.151), sobre todo de padres haitianos (209.912).
En el diálogo iniciado este año, Haití reconoció el derecho de República Dominicana para determinar su política migratoria y las reglas para el otorgamiento de la nacionalidad, pero solicitó garantías para salvaguardar los derechos de las personas de origen haitiano, a lo que los representantes dominicanos accedieron.
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