Por Ricardo T. Rivas y Ye Shuhong
BUENOS AIRES, 27 mar (Xinhua) -- El economista en jefe de la consultora privada Management & Fit, Matías Carugati, sostuvo que la reducción de subsidios al gas y el agua anunciado por el gobierno de Argentina "es algo necesario".
Los subsidios benefician en gran medida a sectores de altos ingresos, dijo Carugati en entrevista con Xinhua, al destacar que en 2013 las subvenciones a empresas totalizaron 5 por ciento del producto interno bruto (PIB), lo cual supone una carga muy elevada para las posibilidades de financiamiento por parte del Estado.
El jueves los ministros de Economía y de Planificación Federal, Axel Kicillof y Julio de Vido, respectivamente, anunciaron una reducción parcial de los subsidios que desde hace más de una década se aplican a las tarifas de gas y agua.
Los funcionarios indicaron que las reducciones entrarán en vigencia "en tres etapas", a partir de abril, junio y agosto próximo, sin embargo destacaron que no se trata sólo de una reducción o quita de subsidios, sino de un "redireccionamiento de los fondos asignados para destinarlos a los segmentos sociales de menores recursos".
"El gobierno anunció la reducción para seguir adelante con la política de ajuste que comenzó a implementar a partir de enero" último, la cual incluyó una devalación de 20 por ciento la moneda local.
"Sin un reacomodamiento de las finanzas públicas, cualquier plan para combatir la inflación está prácticamente condenado a fallar porque el déficit fiscal termina siendo financiado mediante impresión de dinero", explicó el especialista.
"Si se analiza en detalle la composición del gasto público argentino, se explica con claridad la decisión tomada por las autoridades porque los subsidios son el 'item' (partida) que puede recortarse pagando el menor costo político", afirmó.
Sin embargo el analista señaló que el recorte de subsidios anunciado implica que muchos hogares tendrán que destinar parte de sus ingresos a pagar tarifas más caras, con lo cual el consumo y el crecimiento pueden verse afectados de manera negativa.
"Habrá que prestar atención para ver cómo se redireccionan los fondos públicos que se ahorren de la cuenta subsidios hacia los beneficiarios de planes sociales, porque esa política podría atenuar el impacto negativo que la política anunciada tendrá sobre la economía real" sosuvo Carugati.
La reducción de los subsidios anunciada por Kicillof y De Vido será de 20 por ciento sobre los montos actuales, lo cual implicará un incremento del mismo monto en los costos que abonarán los usuarios cuando paguen los consumos de gas y agua.
El año pasado el Estado argentino destinó 134.114 millones de pesos (16.700 millones de dólares), 34,3 por ciento más que en 2012.
De ese monto, el porcentaje más alto estuvo dirigido a contener los precios de los servicios energéticos ya que las empresas estatales Enarsa y Cammesa, recibieron un total de 81.405 millones de pesos (10.162 millones de dólares) que aplicaron a importar gas combustible que en su mayoría se utiliza para la producción energética.
El ministro Kicillof afirmó que el gobierno continuará con la política de subsidios, al explicar que se aplicará una reducción parcial de alrededor de 20 por ciento de los montos actuales y que "la medida alcanzará a los usuarios particulares y a los comercios, pero no a la industria".
No obstante aclaró que las autoridades apuntarán a "incentivar el consumo responsable de la energía" y que para ello "el que consuma un 20 por ciento menos comparados los periodos que correspondan no se le quitará el subsidio gubernamental".
Tras reivindicar las políticas energéticas y de subsidios aplicadas desde el 25 de mayo de 2003, los ministros aclararon que "no se trata de una reducción sino de una reasignación de recursos porque lo que se ahorre en energía será imputado a otros planes sociales con los que se ayuda a los sectores sociales menos favorecidos".
Kicillof, en ese sentido, mencionó los programas sociales conocidos como "Asignación Universal por Hijo" y "Progresar", a través de los cuales se asiste a los descendientes de los desocupados o a jóvenes estudiantes en situación de carencia.