El gobierno de Ecuador anuncio hoy que renuncia en forma "unilateral e irrevocable" a la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas, (Atpdea por sus siglas en inglés), que otorga Estados Unidos, ante las amenazas estadunidenses de retirarlas por el caso de Edward Snowden, ex analista de la CIA.
El secretario nacional de Comunicación de Ecuador, Fernando Alvarado, dijo que la decisión se da "frente a la amenaza, insolencia y prepotencia de ciertos sectores políticos, grupos mediáticos y poderes fácticos estadounidenses, que han presionado para quitar las preferencias arancelarias a nuestro país".
En una conferencia de prensa, Alvarado dijo que el gobierno del presidente Rafael Correa "no acepta presiones ni amenazas de nadie y no comercia con los principios ni los somete a intereses mercantiles por importantes que estos sean".
Las amenazas de retirar las preferencias arancelarias surgieron luego de que Ecuador ofreció un análisis responsable de una solicitud de asilo presentada el pasado lunes por Snowden, acusado de espionaje por Washington.
El ex analista de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, en inglés) es investigado por filtrar información clasificada sobre los programas secretos de vigilancia y espionaje telefónico y por internet del gobierno de Estados Unidos.
El presidente Correa dijo que tomará una "decisión soberana" sobre la petición de asilo, que podría tardar al menos dos meses.
Snowden pidió el asilo "ante el riesgo de persecusión del gobierno de Estados Unidos y sus agentes" por haber revelado información clasificada, y teme que pudiera ser "encarcelado y ejecutado" si es acusado de espionaje en su país.
La posibilidad de que Estados Unidos retire las preferencias arancelarias a Ecuador en represalia por el caso Snowden ha sido sopesada por Quito, que finalmente hoy optó por renunciar a dichos beneficios.
Alvarado recordó que el Atpdea es un programa que beneficia a Ecuador con el ingreso de unos 750 productos al mercado de Estados Unidos sin pagar aranceles en retribución a su lucha contra el narcotráfico, y por tanto, no debe ser usado como un instrumento de chantaje.
"Ecuador recuerda al mundo que las preferencias arancelarias fueron originalmente otorgadas como una compensación a los países andinos por su lucha contra las drogas, pero pronto se convirtieron en un nuevo instrumento de chantaje", afirmó.
El programa expira el próximo 31 de julio y una renovación estaba en manos del Congreso estadunidense.
Ecuador se quedó como el único país dependiente del mismo, luego de que Colombia y Perú concretaron Tratados de Libre Comercio(TLC) con Estados Unidos.
En mayo pasado, Correa consideró que el programa de preferencias se ha convertido en "un vulgar instrumento de política exterior".
"Te portas bien, continúa el Atpdea, te portas mal, te quitan el Atpdea; no podemos seguir viviendo con eso", señaló entonces Correa.
Además anunció que su gobierno tiene listo un plan de compensaciones para los exportadores locales en caso de que Estados Unidos, principal socio comercial de Ecuador, no renueve las preferencias.
Destacó que si sucediera, el impacto económico que provocaría a su país sería de menos de 24 millones de dólares, que fácilmente puede cubrir el Estado.
La no renovación afectaría al 17 por ciento del total de las exportaciones no petroleras a Estados Unidos, y de ese porcentaje, el 82 por ciento abarca tres rubros: flores frescas, atún enlatado y brócoli, según el gobierno.
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