Unas cinco mil personas se manifestaron este domingo en Río de Janeiro contra una enmienda en la constitución que estudia el Congreso para reducir los poderes de investigación del Ministerio Público y que, según los manifestantes, pude favorecer la impunidad.
La marcha empezó en la famosa playa de Copacabana y siguió por el paseo marítimo hasta las vecinas Ipanema y Leblón, en donde se juntaron a un pequeño grupo que está acampado hace dos días frente a la residencia particular del gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral.
La manifestación fue convocada por grupos que se oponen a la llamada PEC 37 (Propuesta de Enmienda Constitucional número 38), una iniciativa del Legislativo para reducir los poderes de investigación del Ministerio Público, algo que los manifestantes consideran que es una estrategia de algunos políticos para impedir que el organismo combata la corrupción y que terminará favoreciendo la impunidad.
La protesta de hoy en Río de Janeiro fue la mayor que se produjo este domingo en Brasil, donde hubo manifestaciones en al menos 17 ciudades como parte de las manifestaciones que movilizan a los brasileños desde hace dos semanas para exigir mejorías en los servicios públicos.
Pese a que los brasileños continúan saliendo a las calles para protestar y a que las manifestaciones son apoyadas por el 75 por ciento de la población, las movilizaciones vienen perdiendo intensidad y participación desde el jueves, cuando movilizaron a cerca de 1,2 millones de personas en un centenar de ciudades.
Las protestas en Brasil comenzaron la semana pasada en Sao Paulo, exclusivamente contra la subida de los pasajes, pero ganaron otras reivindicaciones, como mayores inversiones en salud y en educación, y críticas contra la corrupción y los elevados gastos del Gobierno para organizar eventos como el Mundial de fútbol de 2014.