El presidente de Ecuador, Rafael Correa, expresó el viernes su satisfacción por la aprobación en la Asamblea Nacional (Congreso) de una polémica Ley de Comunicación que regulará a la prensa en este país.
"Con esta ley, los ciudadanos tendrán armas para defenderse de los abusos de la prensa", dijo el mandatario a periodistas horas después de que el Legislativo aprobara la normativa con una amplia mayoría oficialista.
La ley se aprobó por capítulos con 108 votos a favor, la mayoría provenientes del movimiento oficialista Alianza PAIS (AP de izquierda) y de sectores afines, de un total de 135 legisladores presentes en la sesión de este viernes.
La Constitución de 2008 ordenó la aprobación Ley en un año, pero sucesivas postergaciones impidieron cumplir con este mandato.
El tema volvió a ser ratificado en un referendo celebrado el 7 de mayo de 2011, sin embargo, la falta de acuerdos en el Legislativo frenó su aprobación.
En abril de 2012 volvió a suspenderse la aprobación por desacuerdos en el mecanismo de votación.
"Estoy satisfecho porque, por fin, se ha respetado el mandato constitucional y felicito a mis compañeros asambleístas por hacer respetar la voluntad del pueblo ecuatoriano", agregó Correa tras recordar que desde hace cuatro años la oposición bloqueó su aprobación.
"Aspiramos que con esta nueva norma legal, el país tenga una prensa de mejor calidad y, sobre todo, una verdadera libertad de expresión que respete los derechos de todos los ciudadanos", apuntó.
La Ley crea un Consejo de Regulación de contenidos y una Superintendencia de la Comunicación y la Información, una instancia de vigilancia, auditoría y control con capacidad sancionatoria.
Además, establece una distribución equitativa de frecuencias de radio y televisión, e incorpora la figura del linchamiento mediático, cuya práctica está prohibida para los medios de comunicación.
Según la norma, los medios deberán abstenerse de difundir información concertada y reiterativa de manera directa o por terceros destinada a desprestigiar a una persona natural o jurídica o reducir su credibilidad pública.
"Ahora los ciudadanos pueden denunciar linchamientos mediáticos, exigir rectificaciones", sostuvo Correa quien considera que la ley "es absolutamente positiva porque garantiza, plena y totalmente la libertad de expresión, pero con responsabilidad y sin permitir abusos", destacó.
Correa, que impulsó la Ley, ha tenido duros enfrentamientos con la prensa privada de derecha, a la que califica como "poder fáctico, corrupta, mercantilista y mediocre" por tergiversar la información para desprestigiarlo.