Por Javier Córdoba
SAN JOSE, 30 abr (Xinhua) -- A un día de que se realice el cambio de año legislativo en Costa Rica, el oficialismo aún bajara sus cartas para mantener el control de la presidencia de la Asamblea Legislativa, que hoy tiene gracias a una alianza con tres partidos de oposición.
Esta alianza llevó el año anterior al diputado del Partido Accesibilidad Sin Exclusión (PASE), Víctor Emilio Granados, a la presidencia de Congreso con los votos del oficialista Partido Liberación Nacional (PLN) y de dos grupos minoritarios cristianos.
La elección de Granados sirvió para que el PLN mantuviera el control indirecto del Directorio Legislativo con relativa calma, pese a que algunas decisiones de diputado designado no fueron del agrado del gobierno.
A Granados, los oficialistas le reprochan sobre todo una resolución en la que anuló la votación para no reelegir a un magistrado de la Corte Suprema de Justicia, en uno de los momento más tensos de la relación entre los tres poderes del Estado.
Sin embargo, el diputado del PASE parece tener aún la confianza de la presidenta Laura Chinchilla, quien además necesita de los cuatro votos del PASE para mantener el control del directorio en su último año de gobierno.
Sin embargo, a lo interno del PLN también hay candidatos a la presidencia, y el diputado Luis Gerardo Villanueva fue el primero en alzar la mano para intentar el regreso a la silla que ocupó en el periodo 2010-2011.
Villanueva no pudo mantenerse más de un año al frente de la Asamblea Legislativa, pues en el segundo año de este gobierno, una coalición de grupos de oposición tomó el control del Directorio con Juan Carlos Mendoza, del Partido Acción Ciudadana (PAC), a la cabeza.
La intensión de estos opositores era quedarse con el control de la Asamblea Legislativa en los tres años que restaban, alternándose la presidencia, pero la negociación del PLN sacó al PASE de esa coalición, a cambio de poner a Granados en el puesto de presidente.
Pese a que Villanueva tiene la experiencia, en su propio partido también hay voces que piden una oportunidad para postularse a la presidencia, sin que hasta el momento haya claridad de quién será finalmente la ficha por la que apueste el oficialismo este 1 de mayo.
Del lado de la oposición, el no contar ya con los votos suficientes hace que cada partido tome por su lado, y aún a sabiendas de que no tienen opción de ganar nada por separado, grupos como el PAC anuncian que solo votarán por candidatos de su partido.
En otras agrupaciones como el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) y el Movimiento Libertario (ML) se espera un comportamiento similar, aunque no sería de extrañar también alguna negociación de última hora con los oficialistas para tomar algún puesto en el Directorio.
Pese a la incertidumbre que aún domina el panorama, lo que parece claro de momento es que el oficialismo seguirá al mando de la Asamblea Legislativa costarricense; aunque las elecciones del 1 de mayo en años recientes enseñan que en el último minuto todo puede pasar.
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