El Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), manifestó hoy su desacuerdo con la comercialización internacional de objetos culturales protegidos, particularmente de bienes arqueológicos de esa nación.
En un comunicado, la dependencia señaló que tal práctica "despoja a estos bienes únicos e invaluables de su esencia cultural, histórica y simbólica, convirtiéndolos en mercancías o meras curiosidades".
Asimismo, indicó que en el caso de la subasta de bienes arqueológicos que la sucursal parisina de la casa Sotheby's programó para los días 22 y 23 del mes en curso, y que incluye piezas que conciernen a México, el Gobierno federal envió una nota diplomática al Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia, en la que solicitó a éste su intervención para hacer del conocimiento de las autoridades francesas competentes las conclusiones asentadas en el dictamen técnico elaborado por el INAH.
El catálogo de la subasta mencionada fue analizado por expertos del INAH, según el cual existen elementos para sustentar que de los 130 objetos anunciados como procedentes del territorio mexicano, 51 son bienes arqueológicos propiedad de la nación, y el resto piezas artesanales de reciente manufactura.
Además, se ofreció a autoridades francesas cooperación y asistencia técnica para dilucidar cuestiones relativas a las piezas arqueológicas que conciernen a México a ser subastadas y con relación a las medidas que, de ser el caso, decidieran adoptar.
En tanto, el 11 de marzo pasado, la Embajada de México en Estados Unidos dirigió al director general de la casa Sotheby's, cuya matriz se encuentra en Nueva York, un comunicado por medio del cual se le solicitó información acerca de las piezas a ser ofertadas en París, que corresponden a México.
"En virtud de su importancia para el pueblo de México, se solicitó al director general de la firma subastadora retirar las piezas de la venta y se hicieron de su conocimiento las conclusiones de los expertos del INAH en el dictamen técnico antes referido", agregó.
De acuerdo con la Procuraduría General de Justicia (PGJ, Fiscalía) mexicana, el tráfico y la comercialización de bienes arqueológicos, artísticos, históricos y sacros de la nación se han convertido "en un flagelo que afecta seriamente el patrimonio nacional mexicano".