Centrales sindicales opositoras al gobierno argentino cumplirán mañana martes una huelga nacional de 24 horas en reclamo de la elevada inflación, las políticas de ajuste y en demanda de un cambio del esquema de impuestos a los salarios de trabajadores.
La medida de fuerza tendrá lugar 11 días después de una masiva movilización popular en todo el país contra el gobierno de la presidenta Cristina Fernández.
Fue convocada por Hugo Moyano, líder del sector de la Confederación General del Trabajo (CGT), adversario de Fernández, y por Pablo Micheli, referente del sector opositor al gobierno de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA).
Ambas entidades tienen alas afines al gobierno que, en consecuencia, rechazan la protesta.
"La huelga va a tener una adhesión muy importante porque la gente esta cansada de tanto maltrato", dijo la mañana del lunes Moyano a la radio Mitre, de Buenos Aires.
Se indicó que participarán los gremios bancarios, del transporte aéreo y de carga terrestre, los portuarios y agropecuarios.
En duda están los ferrocarriles, el metro y los colectivos urbanos, ya que si bien sus conductores no se adhieren al paro, sí lo hacen delegados gremiales de base, que advirtieron que se lanzarán a las vías y a las calles para impedir la normal circulación.
Desde la Corriente Clasista y Combativa (CCC) dijeron a Xinhua que se sumarán a la huelga convocada por la CGT y la CTA, y justificaron la medida para repudiar "la inflación, la política de ajuste, el impuesto al salario, la violencia de género".
Además, exigen "aumentos de salario y planes sociales, el pago de un plus de fin de año para todos los trabajadores ocupados, precarizados, planes sociales, y jubilados".
Se prevé que durante la jornada haya más de 150 cortes de ruta en todo el país, varios de ellos en los accesos a Buenos Aires, explicó a esta agencia un vocero de la CCC.
La semana pasada, la presidenta Fernández anunció que quedará eximido del pago de impuestos el aguinaldo que los trabajadores registrados perciben en diciembre.
Además, adelantó que el año próximo se podrían entablar negociaciones para modificar la alícuota del cuestionado Impuesto a las Ganancias.
El gravamen significa un descuento en los salarios de una amplia gama de trabajadores, por ejemplo de maestros y camioneros, y no sólo para los sectores más encumbrados de la escala social, como se pensó al crear la tasa.
El ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, pidió a los organizadores que no sometan como "rehenes" a quienes quieran ir a trabajar, y el viceministro de Seguridad, Sergio Berni, les atribuyó un intento de "generar caos".
"Entendemos que no es el modo de protesta, pero no vamos a responder a las diferentes provocaciones", dijo Berni al canal de noticias C5N, de Buenos Aires.
Analisis del informe de Diálogo Interamericano sobre financiamiento chino en América Latina
Apetito chino
Contacto
Twitter
Facebook
RSS
Imprimir
Favorito
Corregir
e-mail
