Por Chen Nan (China Daily)
En la histórica comunidad de Shichahai en la capital, los residentes esperan que los planes de desarrollo no destruyan el estilo de vida en los hutongs.
Para Ma Lingpeng, de 80 años de edad, y su esposa Meng Zhaohui, de 76 años de edad, vivir el resto de sus vidas en la comodidad y felicidad significa vivir en su callejón, paseando por los lagos cercanos de Shichahai y ver crecer a su nieto.
Detrás de una puerta roja se encuentra su casa con patio que tiene dos dormitorios, cocina y baño, todo en 120 metros cuadrados.
Situada en Baimixiejie, un hutong (callejón) de 200 metros de largo y 5 metros de año en la zona de Shichahai, la casa de Ma se encuentra cerca de la Avenida Ping’an y el Mercado del Loto, un lugar turístico popular en la zona oeste de Houhai. Su bisabuelo, que era un chef que trabajaba para las familias imperiales, se mudó primero a esa casa, donde la familia de Ma ha vivido durante más de 200 años. Ma tiene tres hijos, todos casados y con hijos. Su hijo más joven y su familia viven con la pareja de ancianos.
“Nací y me crié aquí”, dice, agitando su abanico de bambú. Su cara está marcada con arrugas alrededor de sus ojos y boca. “¿Ves los árboles fuera de nuestro hutong? Fueron plantados cuando nos casamos en 1956”, agregó.