Rajoy añadió que la unión bancaria tiene muchas ventajas, y juzgó incluso que la crisis de Chipre "no se hubiera producido si hubiera estado en vigor la unión bancaria".
Desestimó cualquier duda sobre "la intención de todos los países de la UE de avanzar en dicha unión bancaria, incluida Alemania".
Rajoy también aprovechó su comparecencia ante la prensa para descartar cualquier cambio en la reforma laboral española conforme un planteamiento de Europa. "Estamos muy satisfecho de cómo ha funcionado la reforma laboral", subrayó.
En coincidencia con el primer ministro portugués, Rajoy también defendiólas reformas económicas para crecer y crear empleo y la política de austeridad.
"Reiteramos nuestro compromiso de seguir con las reformas de nuestra economía para modernizarla y hacerla competitiva", dijo.
Manifestó su respaldo a la serie de reformas económicas y financieras llevadas adelante por el gobierno de Passos Coelho.
El gobernante portugués apuntó la importancia de acometer acciones y asumir medidas a nivel europeo para potenciar el impacto de las reformas en cada país.
Reconoció que su país y España no pueden vencer solos la crisis económica, y reclamó el apoyo más intenso de Europa.
Hizo ver que espera que en junio próximo se cierre la primera fase del proyecto de la creación del organismo supervisor, de lo que se encargará el Banco Central Europeo (BCE).
Passos Coelho también ratificó sus planes económicos, pese al rechazo del Tribunal Constitucional de algunas de sus medidas, y dijo que habrá el recorte de unas 30.000 plazas de funcionarios, un recorte igualmente del sistema de pensiones, el retraso de un año en la jubilación y la ampliación de la jornada laboral en la administración lusa.