Ante la ineficacia de la policía local, carente de los pertrechos adecuados, el gobierno dispuso enviar 400 efectivos de la Gendarmería Nacional a la ciudad patagónica, ubicada 1.570 kilómetros al suroeste de Buenos Aires.
La ciudad de Bariloche pertenece a la provincia de Río Negro, cuyo gobernador, Alberto Weretilneck, aseguró que los saqueos fueron planificados.