"La mayor responsabilidad de la gran derrota recae en mí como líder del partido. Acepté las consecuencias completamente y renuncio al cargo de presidente del Partido Democrático de Japón", dijo Noda con lágrimas en los ojos.
Noda dijo que es lamentable que a pesar de que él y sus colegas trabajaran arduamente durante los tres años en el gobierno, perdieran a bastantes camaradas y colegas.