El equipo de Tito Vilanova intentó anotar más goles al lanzarse decididamente al frente, pero se toparon con un planteamiento defensivo bien escalonado y disciplinado del Celtic que les impidió hacer mayor daño.
La entrada al partido de Cesc Fábregas y la reaparición de Piqué, tras su lesión, como revulsivo para remontar el resultado adverso no dieron sus frutos y el equipo español regresó a casa con una derrota de la que tendrán que sacar conclusiones.