Cinco personas fueron ultimadas a tiros en las últimas horas en Sao Paulo y el área metropolitana, y tres más, entre ellas un policía, fueron heridas en una renovada escalada de violencia nocturna en la mayor ciudad de Brasil, confirmaron hoy fuentes oficiales.
Los hechos volentos siguieron al anuncio de autoridades de Sao Paulo y del gobierno federal de un plan conjunto para frenar la ola criminal que sacude la región.
Dos de las víctimas fatales fueron tiroteadas en el barrio de Itaquera, una de las zonas más golpeadas por la violencia en las últimas semanas, otras dos víctimas murieron al norte de la ciudad. La quinta víctima pereció en el municipio de Guarulhos, en el área metropolitana.
Entre los heridos esta madrugada se encuentra un policía, aunque su estado de salud no es grave.
Este año, suman 90 los policías ejecutados en Sao Paulo y el área metropolitana, la mayoría de ellos fuera de servicio.
La policía sospecha que los ataques son obra de la banda criminal Primer Comando de la Capital (PCC), y que las órdenes de los ataques parten desde las prisiones del estado.
Además, otras 982 personas fallecieron en el estado más poblado de Brasil en los 9 primeros meses del año, un aumento de la violencia en las últimas semanas y que obligó a las autoridades regionales y al gobierno federal a actuar.
Así, en el acuerdo de la víspera entre ambos gobiernos se decidió crear un centro integrado de inteligencia que coordinará el trabajo de las fuerzas de seguridad regionales y federales.
El ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, señaló que cada cuerpo de policía continuará trabajando exclusivamente en su área de actuación, pero consideró que la cooperación en inteligencia será clave para "asfixiar financieramente" a las bandas criminales que operan en la ciudad más poblada de Sudamérica.
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